lunes, 14 de julio de 2008

Halara, Halara (Parte II)

..."siete de cada diez"...

..."Ocho de cada diez"...

¡Qué horror! todo son estadísticas, en su cabeza se juntan los números intentando dibujar una galaxia lejana. El siete forma la supernova original. el nueve hace que estalle desperdigando miles y miles de puntos en el espacio infinito. Pero... de repente, por caprichos de la conciencia pseudo-humana una frase se cuela en la cabeza de nuestro protagonista...

..."Tan sólo uno de cada mil es aceptado en el programa"...

Uno de cada mil, uno de cada mil, uno de cada mil. Esas palabras retumban en su cabeza ¿Qué había realmente entre las estrellas?¿Podría algún día mirarlas de cerca? Uno de cada mil, uno de cada mil.

"Eh, eh.. atontado"-de nuevo una fuerte sacudida en el hombro-"Tanto fantasía... prisas para llegar y ahora te quedas ahí embobado. porque el profe es un viejo carcamal que sino pensaría que te has quedado pillado con él!!"
"Voy, voy, bueno, mejor id tirado, yo voy luego"

Se cruza en los pasillos del pabellón con gente anodina, rezagados como él que pierden las ganas de sonreír tras cada cruce. Cada vez que topan con alguien, evitan su mirada y acuchillan el suelo con tal de no saludar, con tal de no mostrar ni un pedacito de ellos, con tal de no dejar que nadie se asome a esa ventana al interior (será una ventana al "alma")

Sale a la calle donde la clemente luna refresca la árida tierra que pisa. Parece que hasta hay humedad en el ambiente, que lástima que no pueda ser real.

Se pregunta, como ha hecho cada noche desde que su abuelo murió, si todas las historias que él le relataba a escondidas en el sótano serían ciertas.

Le hablaba del mundo "antes de", de esa Tierra Azul. Le contaba que hubo un tiempo en el que habitábamos en un paraíso lleno de vida y sobretodo, lleno de agua. Nadie quiere hablar de ello ahora, se creen que la vida moderna, esa que nos han impuesto nuestras imprudencias, es lo único a lo que podemos aspirar. Se niegan a si mismos el derecho a RECORDAR.

Pero la frase se cuela de nuevo en su mente, "sólo uno de cada mil". su siempre racional cabezota la traduce en "prácticamente imposible"

Aún así algo dentro de él, quizá incluso ese alma de la que su abuelo tanto hablaba, le estaba gritando con fuerza al oído. Sentía la presión de todo su ser intentando salir en un fuerte y estruendoso alarido "Prácticamente imposibles sólo significa trabaja duro"

¿Por qué no? Necesita alejarse de este miserable mundo en el que corre desesperadamente de un lado a otro, necesitaba escuchar a su "alma, necesitaba demostrarse a sí mismo que había vida más allá del calor del desierto que pisaba, necesitaba encontrar el camino de las estrellas.

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