viernes, 8 de agosto de 2008

Mi primera vez

La primera vez, apenas me gusto… así empieza una canción muy triste de mecano, pero no voy a ir por esos derroteros sino por otro de los famosos puntos débiles de la movida de los 80: el sexo, mi primera vez.

Como todas las primeras veces, la mía no fue un derroche de sabiduría ni un despliegue de erotismo, pero sin duda… tuvo su punto de gracia.

Yo tenía una edad muy respetable, mas bien era mayorcito (o eso pensaba yo) y mi chica era un ligue de una noche que sorprendentemente había cautivado a este pequeño y tímido muchacho con su sonrisa amplia y su capacidad de sentirse cómoda con mi amigo silencio.

En el lugar más apartado de la realidad que te puedas imaginar, andaba yo cogido de la mano de una mujer y pensando en las ganas que tenia de quitarle la ropa y ver ese cuerpo que solo se asomaba en esa preciosa y menuda ropa de verano.. Pero claro, siempre mi dichosa timidez que sólo me dejaba soltar estupideces por la boca del estilo de "esta calle está bien iluminada" "hace calor" y otras perlas de la incomodez humana. Sin embargo la caprichosa diosa fortuna quiso que le cayera en gracia a mi compañera y que hasta riera de buen grado con alguna broma incorrecta y sin gracia.

"Venga venga venga dile algo, vives a media hora en tren, meirda… pero no hay nadie q te moleste… ¿Cómo cojones se las arregla al gente para juntar esa frase horrible de 'vienes a tomarte algo a casa' o le pregunto 'qué quieres para desayunar?' no eso es demasiado pedante..."

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Las horas fueron pasando y al final vimos asomar el sol por horizonte al lado de la vieja estación central. Sentados bajo los leones vimos como dos perfectos extraños encontraban la paz uno al lado del otro, vimos como los besos apasionados y libertinos con que empezamos habían ido mutando a besos sentidos que parecían complacer tanto a nuestro exterior como a esa pequeña parte de nosotros que adoraba la compañía.

Al final me preguntó lo que no debía “Dos chelines por tus pensamientos”… y yo le respondí que pensaba en como proponerle que me acompañara a casa…. Se me hizo eterno el minuto que permaneció callada. En mi vida había odiado tanto el silencio, no creo que nunca vuelva a sentir esa sensación de peso infinito sobre mis hombros. Al final dijo “vale, pero luego tendrás que acompañarme a mi casa, o no sabré volver” Si hubiera tenido oído musical hubiera asegurado que el chirriar de los vagones había mutado en dulce música de Vivaldi, en victoriosas notas de alegría.

Media hora en tren… lo superamos más o menso bien, sin saber que decir, lo peor de todo era mi propia duda… porque… ella sabía que la invitaba a casa porque quería… ¿no? Vamos que no hacía falta q le dijera que era para eso, ¿no? Dios ahora miro atrás y pienso en lo torpe que era, ahí dubitativo y nervioso, ¡me sudaban las manos!

Llegamos a mi parada… y casi al mismo tiempo a mi cabeza, de algún lugar recóndito, más allá de los limites de la pura conciencia, le llego el peor mensaje de advertencia que pudiera haberle llegado… “No tienes condones en casa “MIERDA, ¡””•$&”$ , me cago en “!$!&”$%/&!/&”

-Esto… yo…. Bueno… ehhh …. Yo … tendría que… bueno, si,no? Que… pasar por una farmacia – Jamás me había sentido tan ridículo en mi vida-

-Pues casi q sí, pequeño – que estaría pasando por la rizada cabeza de esa chica.

Pero es que lo peor no fue la sensación horrible de tener que decirle eso a la chica, después de haber conseguido que se viniera a tu casa, no… lo peor es que eran las 6 de la mañana y ¡¡¡¡¡ninguna de las 5 farmacias de la zona estaba abierta!!!!!!

La primera y la segunda las recorrimos de la mano, con una mueca taciturna en su cara y la palabra “subnormal” grabada a fuego en la mía. Entonces ya, pasadas las tercera y la cuarta, yo entré en pánico y ya pesaba que iba a ser imposible, pero miré su cara y la sonrisa más bella que me haya encontrado en una muchacha estaba allí. Tenía el punto justo de sorna, con un poco de “ánimo chaval”, si dejar de ser digna y sumamente irónica…. No pude hacer más que reír también

-¡No te rías!
-L o intento una farmacia más, pero después de la siguiente no te prometo nada – Estaba amaneciendo pero todos sus dientes blancos, que se empeñaba en enseñarme en cada sonrisa, brillaban más que el pálido sol-

Pero no, la última de nuestras posibilidades nos enseño una dura y fea cara de rejas grises. Mi desesperación se había vuelto ya casi cómica, no sabía que decir….

-Bueno, pues al menos me invitaras a desayunar ¿no? – Aquella voz y aquella frase me destrozaron por dentro, **** para una vez que tengo la oportunidad.

Pasamos por al estación de camino a casa y una lucecita tenue que casi pasa inadvertida se encendió en mi duro cabezón. ¿y los baños de la estación? ¡Claro! ¡Media hora dando vueltas por el barrio y sin pensar en esas maquinas de los baños de tios!

Por fin conseguí lo que andábamos buscando y paseamos el resto del camino a casa de la mano, con un poco de impaciente apremio pero, a la vez, con suma tranquilidad. Era ya de día y yo me perdí en sus ojos negros que me sonreían desde dentro de sus párpados como si fuera ya un viejo amigo.

De lo que pasó después, no voy a hablar, que soy un caballero, pero como dije al principio, no fue un derroche de sabiduría ni un despliegue de erotismo, pero sin duda… tuvo su punto de gracia.


La vanidad del hombre

"La vida de la mujer resultaria aún mucho más dura, si no fuera por la infinita vanidad del hombre"
W. Somerset Maugham

lunes, 21 de julio de 2008

La voz de la desesperación

Al pasar la página de libro recién cogido de la biblioteca se deslizó grácilmente hacia el suelo un papel doblado. Siendo curiosa de nacimiento y no queriendo ensuciar el tren que me llevaba a casa, lo abrí y vi la voz de la desesperación escrita con letras alargadas y enérgicas.


Ojalá pudiera saber quien escribía esas letras, eran tan fuertes, tan intensas que parecían haber desbordado a su autor. Ojala pudiera conocer al hombre que se resquebrajaba en esa nota. Ojala pudiera… demostrarle que el mundo vale la pena.



No hay duda alguna de que esa letra desgarbada tenía que ser de hombre. ¿Pero de que hombre? Solo entornar los ojos se me dibuja un personaje extraño, un hombre misterioso. Y una incógnita aun peor, ¿quién guardó la nota aquí, él o ella? ¿ de verdad esta desgarradora nota llegoa su destino?



La personalidad de quien la escribe tiene que ser fuerte, porque hay que tener mucho valor y mucho miedo apra escribir esta misiva. Se intuir que le cuesta expresar lo que siente, pero eso no quiere decir que sea frío sino todo lo contrario, en la cabeza le bullen mil ideas que se golpean una y otra vez contra sus barreras. Las letras han sido estampadas en la hoja, no solo escritas. Cada palabra ha sido más difícil que la anterior.


El primer No de la frase es seguro y casi engreído, como si quisiera mostrar que la decisión es firme, como si quisiera dar a entender que esa frase estaba ya desprovista de sentimiento… pero es imposible mentirle a la realidad, por ello cada nueva letra se llena de dudas, se estrella contra un bloque de hielo quebrándolo, deshaciéndolo, incendiando hasta el corazón del iceberg.


La tinta se agolpa en el punto final de la frase, como si embelesado por lo que acababa de escribir no pudiera levantar al pluma del papel. Ésta quedó retenida por los hados del destino, por aquellos que le repetían que una vez escrito no podría volverse atrás.


No puedo quedarme, te quiero demasiado, me asusta tanto…

jueves, 17 de julio de 2008

Sin que sirva de precedente...

Por una vez y sin que sirva de precedente me voy a meter en el mundo real y voy a criticar. Confío en que esto no vuelva a suceder, en poder seguir siempre en el mundo de los sueños, de los equívocos y de las palabras retorcidas, ese mundo atemporal donde cualquier historia tiene cabida, las tristes, las absurdas, las de niños, las alegres, las ñoñas, las románticas... Continuar en ese maravilloso mundo que siempre he adorado y que siempre me ha tratado tan bien... pero hoy, la bofetada que me ha dado la prensa esta mañana aun escuece y tengo que escribir lo que me avergüenzo de leer:

El "Manifiesto por la lengua común" para defender el derecho de los españoles a no conocer otra lengua que el castellano.

Pero que incuuuuuuuuuuuuuuuultos llegamos a ser... Dejemos de perder el tiempo con absurdos debates y aprendamos más y más cada día. ¿qué ganamos negando la posibilidad de aprender idiomas? NADA y a cambio perdemos mucho! Se dice que cuantos más idiomas sabes más simple es aprender uno nuevo... pero no, los españoles del mañana será incluso peores que los de hoy, seguiremos siendo el hazmerreir de Europa con nuestro inglés de estar por casa y nuestro chapurreo, con nuestra vanidad...

"Castilla miserable,
ayer dominadora,
envuelta en sus andrajos,
desprecia cuanto ignora"
-
antonio machado

martes, 15 de julio de 2008

No me lo tengas en cuenta

Siempre he sido demasiado bueno en esto... no pude ser, no puedo ser capaz de cerrarme los ojos de esa manera. Que facilidad tengo para decidir lo que siento, no para descubrirlo, simplemente para imponérmelo racionalmente. No, no debería ser así.


Pero casi es peor cuando convenzo a los demás, cuando les “muestro” cuanto sé de lo que piensan, cuanto veo de sus interiores y, en realidad, lo único que hago es modelarlos a mi antojo y criterio. ¿Cómo se para esto? Estoy tan acostumbrado que ni siquiera sé si sería capaz de dejar de hacerlo.


Bueno, vale, no siempre es malo, hacer que una persona sonría sin que realmente haya razón para hacerlo, conseguir que vea un lado positivo del desastre incluso cuando no lo hay, tiene su qué y hasta “mola”. Pero en el fondo te sientes algo vacío, es como si cada vez que fabricaras una sensación, un sentimiento, en ti mismo o en otros… perdieras un poquito más de tu propia esencia.


Hasta hoy… esta vez no pienso hacerlo, no quiero decidir qué siento al respecto, quiero intentar sentir algo de verdad… pero no puedo. Estoy muerto por dentro, es como todo, si no se usa, si no se practica, se olvida.


El resultado de este disparatado experimento ha sido una noche en vela, contemplando a la persona que yace a mi lado, su respiración agitada, sus movimientos impulsivos. Todo eso me dice que su cabeza bulle tanto como la mía… ¿Qué? ¿Hasta cuando? ¿De verdad?


Qué siento, ¿será eso un asomo de sentimiento propio? ¿Por qué no dejarlo todo de nuevo en el limbo del sentimiento? Sólo puedo pensar en la frase de una canción, en la rabia que expresa…


Y me he puesto a gritar estrellando el whisky en la pared
Por verte sonreír he vuelto yo a perder

Por verte sonreir – La fuga


¿Así es como me siento? ¿Impotente?, ¿frustrado?, ¿con ganas de estrellar mi vaso en la pared? O eso es sólo una escusa, ¿será que por fin tengo una escusa para escuchar a mi miedo?

Demos un giro argumental y permitamos que la lírica, siempre tan apunto le de palabras al olvido, le de voz a todo lo que nuestro corazón esconde:


No me importa el problema, no importa la solución,
me quedo con lo poco que queda, entero en el corazón.
Me gustan los problemas, no existe otra explicación.
Esta si es una dulce condena , una dulce rendición.
Dulce Condena - Los Rodriguez


La playa esta lejos y no hay arena...

pero esta noche saldrán las estrellas...

en una mano tu y en otra una botella...

Que más puedo pedir

Visite nuestro bar – Hombres G


Asumo el riesgo, te miro y planeo
una vida contigo cargada de sueños.
Y si no se cumplen cuando despertemos,
con la luz del día ya veremos lo que hacemos.

Pequeña criatura – Ismael Serrano


Porque te quiero a ti, porque te quiero
Cerre mi puerta una mañana y eché a andar

Porque te quiero a ti, porque te quiero
Dejo el mar y me vengo estos montes (*)

Tu nombre me sabe a hierba – JM Serrat

(*) licencia poética q me permito, porque si.


Parece que al final no he decidido sentir esto, que simplemente me ha desbordado la letra de las canciones que se arremolinan en mi cabeza, tengo tantas letras que siempre puedo encontrar una que diga lo que pienso, o miles que intenten decirte lo que me desordena la conciencia:


Me gustan los problemas, no existe otra explicación.
en una mano tu
,

Que más puedo pedir

Asumo el riesgo

con la luz del día ya veremos lo que hacemos.

Porque te quiero a ti, porque te quiero

lunes, 14 de julio de 2008

Halara, Halara (Parte II)

..."siete de cada diez"...

..."Ocho de cada diez"...

¡Qué horror! todo son estadísticas, en su cabeza se juntan los números intentando dibujar una galaxia lejana. El siete forma la supernova original. el nueve hace que estalle desperdigando miles y miles de puntos en el espacio infinito. Pero... de repente, por caprichos de la conciencia pseudo-humana una frase se cuela en la cabeza de nuestro protagonista...

..."Tan sólo uno de cada mil es aceptado en el programa"...

Uno de cada mil, uno de cada mil, uno de cada mil. Esas palabras retumban en su cabeza ¿Qué había realmente entre las estrellas?¿Podría algún día mirarlas de cerca? Uno de cada mil, uno de cada mil.

"Eh, eh.. atontado"-de nuevo una fuerte sacudida en el hombro-"Tanto fantasía... prisas para llegar y ahora te quedas ahí embobado. porque el profe es un viejo carcamal que sino pensaría que te has quedado pillado con él!!"
"Voy, voy, bueno, mejor id tirado, yo voy luego"

Se cruza en los pasillos del pabellón con gente anodina, rezagados como él que pierden las ganas de sonreír tras cada cruce. Cada vez que topan con alguien, evitan su mirada y acuchillan el suelo con tal de no saludar, con tal de no mostrar ni un pedacito de ellos, con tal de no dejar que nadie se asome a esa ventana al interior (será una ventana al "alma")

Sale a la calle donde la clemente luna refresca la árida tierra que pisa. Parece que hasta hay humedad en el ambiente, que lástima que no pueda ser real.

Se pregunta, como ha hecho cada noche desde que su abuelo murió, si todas las historias que él le relataba a escondidas en el sótano serían ciertas.

Le hablaba del mundo "antes de", de esa Tierra Azul. Le contaba que hubo un tiempo en el que habitábamos en un paraíso lleno de vida y sobretodo, lleno de agua. Nadie quiere hablar de ello ahora, se creen que la vida moderna, esa que nos han impuesto nuestras imprudencias, es lo único a lo que podemos aspirar. Se niegan a si mismos el derecho a RECORDAR.

Pero la frase se cuela de nuevo en su mente, "sólo uno de cada mil". su siempre racional cabezota la traduce en "prácticamente imposible"

Aún así algo dentro de él, quizá incluso ese alma de la que su abuelo tanto hablaba, le estaba gritando con fuerza al oído. Sentía la presión de todo su ser intentando salir en un fuerte y estruendoso alarido "Prácticamente imposibles sólo significa trabaja duro"

¿Por qué no? Necesita alejarse de este miserable mundo en el que corre desesperadamente de un lado a otro, necesitaba escuchar a su "alma, necesitaba demostrarse a sí mismo que había vida más allá del calor del desierto que pisaba, necesitaba encontrar el camino de las estrellas.

sábado, 24 de mayo de 2008

Lágrimas en la lluvia

¿A qué saben las lágrimas que no sabemos porque nos acechan? ¿A qué saben las gotas de dolor que se nos escapan de los ojos sin apenas entenderlas? ¿A saben esos ríos salados que bajan por tu mejilla si no sabemos qué los provocó?

Cuando sin aviso previo, sin sentido y sin control, se nos embriaga la voz, se nos cortan las palabras y brotan incontroladas las lágrimas de nuestros ojos sin motivo alguno, ¿qué podemos hacer?

Una lágrima es algo precioso, puede ser tanto de alegría como de tristeza, puede hacerla caer algo tan simple como una cebolla tierna o algo tan complicado como "aquello que querías que alguien hiciera pero no se lo dijiste y ahora te sientes mal porque no lo haya hecho"

Pero las lágrimas incomprendidas, aquellas que llegan sin previo aviso, sin motivo, sin razón, sin sentido... sin control... ¿Qué hacer con ellas? Intentas buscarles una explicación que no llega. Peor incluso es cuando alguien más quiere saber la razón.... ¿cómo explicar algo que ni tu te explicas?


La mejor opción debe ser dejarlas correr, mi abuelo decía que cuando la esponja que tenemos detrás de los ojos está llena, no hay manera humana de contener el torrente, por mucho que caiga con razón o sin ella.

¿Has llorado alguna vez sin saber porque?

viernes, 23 de mayo de 2008

Frases

"La armonía se forma por una natural aglomeración de discordancias"

miércoles, 14 de mayo de 2008

El enanito gruñón. Presentación

El enanito gruñón es uno de los personajes más entrañables que he conocido en mi corta vida. Se cruzó en mi camino –literalmente- una tarde de verano que buscaba la paz en el bosque.

A medio camino entre la soledad y la harmonía natural, me asustó este pequeño hombrecito que parecía sacado de un cuento de hadas… y de hecho lo era. Me cayó encima de golpe, como si el persiguiera algún monstruo enorme y no hubiera sitio suficientemente lejos donde esconderse.

La cortesía nunca ha sido uno de los rasgos característicos de los enanos, como he ido descubriendo con los años, pero como mínimo me merecía una disculpa. En realidad poco importaba lo que dijera, mi cabecita era incapaz de sentir cosas como indignación o irritación, estaba demasiado ocupada con el susto y la incredulidad con que contestaba a las anonadantes imágenes que insistían en transmitir los nervios oculares.

Tras un ratito de sapos y culebras (saliendo tanto de su boca como de la mía) hicimos una especie de presentación, nada formal por supuesto. Me agaché a recoger su fardo caído y recogí también el botón de la chaqueta que había saltado -por propia voluntad- hacia el matojo de romero de tres metros más allá. Por alguna razón este gesto toco un poquito la fibra sensible del enano y me tendió la mano.

No sabréis vosotras que los enanos solo dan la mano a los amigos, nonono mejor dicho a los AMIGOS. Lo cierto es que yo entonces tampoco, lo aprendí algú tiempo más tarde. No puedo demostrar que el bosque entero girara a mi alrededor, pero durante todo el rato que duró el apretón sentí como la suave brisa se enredaba en mis piernas, como el romero acariciaba mi nariz con su penetrante olor, como entre ese aroma se colaban chispeantes un poco de frambuesa y anacardo, como entendía que era perfectamente normal cruzarse con un personaje mágico en un día soleado.

Este fue mi primer encuentro con mi amigo el enanito gruñón y gracias a dios no fue el último. El botón que había recogido no era sólo un botón, o era un botón corriente como mínimo… era un recuerdo de la reina de Martidel, una enana inteligente, decidida, atrevida, sutil y además “bella” (dentro de los estándares enanos) de la que gruñón estuvo enamorado.

En estos años de amistad me ha contado esa historia y muchas otras a cual más disparatada. Me ha contado como “por su larga, larga barba” ha ido solucionando enredos –algunos provocados por el mismo- a lo largo de todo el mundo, bueno… ¡de todos los mundos!

El enanito gruñón es un amigo increíble, es el mejor compañero de viajes que un Cuentacuentos pueda tener. ¡Ya os contaré alguno de sus viajes!

martes, 13 de mayo de 2008

NUNCA

-¿Qué es un consejo? Es una frase, incluso quizá tan solo un puñado de palabras clave que esperan ser escuchadas.

-¿Cuándo hay que darlo? Cuando la otra persona necesita escucharlo, lo sepa o no.

-¿Cuándo hay que pedirlo? NUNCA

Hay muchos tipos de personas pero todas, incluso las que presumen de autosuficientes, necesitan de vez en cuando desmentir la última respuesta.

¿Qué sucede en esa cabeza? ¿Por qué NUNCA?

Se acerca rechinando de dientes, dando mil rodeos, con un paso lento -como si una gran carga le hiciera doblar la espalda- y comunica que quizá exista la posibilidad de que necesite un consejo.

La mayoría de la gente, desacostumbrada a que esta subespecie muestre algo que no sea confianza absoluta, ni se da cuenta de la batalla increíble que se ha librado en su conciencia. Ha estado peleando consigo mismo - y bastante duramente por cierto- y que ha perdido. Sólo esas condiciones hacen que se permita el lujo de mostrar esta necesidad.

Lo más cómico de todo es que muchas veces uno se siente peor tras mostrarse así, tras traicionarse a si mismo de esta manera. Suele ser para nada, porque al final la otra persona ha recordado que también tiene problemas y los ha puesto, como está acostumbrada, en primera línea así que... probablemente no sea una mala ayuda, le permite, le obliga a hacer lo que se le da mejor, cuidar de los demás e ignorar sus dudas, alejar de la cabeza el problema inicial.

“Ábrete, cuéntalo, compártelo conmigo” Seguro que es lo más sano pero… ¿se puede aplicar a todos? NUNCA

domingo, 11 de mayo de 2008

Halara, Halara (Parte I)

La tarde caía sobre el desierto, el dorado astro rey se deslizaba lentamente intentando resguardarse de si mismo en los confines de la arena. Las primeras estrellas aparecían en los cielos, cual pequeños recortes en el oscuro manto que es el cielo.

La posible calma que esta imagen pudiera traer al corazón del hombre se veía truncada por el barullo de la ciudad que despertaba con el cambio de temperatura. Con las luces se encendían las personas que allí vivian, incapaces de trajinar bajo el implacable sol, trataban de rehuirlo. No era hasta que éste se ponía cuando se sentían suficientemente valientes para salir, para dejar atrás el seguro refugio de un tejado sobre sus cabezas.

Como todas las ciudades que presumen de cosmopolitas, estaba formada por millares de personas anónimas que ni se conocian ni querían hacerlo. Personas que se movían como hormigas trabajadoras, recorriendo las calles y carreteras. Personas que se podían sentir vacias, pero que jamás lo admitirían.

Pero como toda historia que se precie, la nuestra encontrará entre toda esa multitud a alguien que sea especial, a alguien que merezca las lineas que de él explica este cuento. Un cuento que puede ser tan fruto de la fantasía como de la relaidad... nada nos dice que él exista, que no sea fruto de la mente de una escritora aburrida... pero... y si exitiera, y si ahora, entre esa malhumorada masa estuviera nuestro protagonista, nuestro personaje... qué estaría pensando...

"Prisas, prisas, más prisas... siempre ando corriendo de un lado a otro... incluso cuando no tengo que llegar a ningún lado. Esto no puede ser bueno, pero... por qué menguar mi paso ligero... no gano nada llegando antes, pero tampoco llegando más tarde...y si eso... ¿fuera lo de menos?..."

Un pensamiento tan natural como muchos otros, nada que le haga especial, pero sí que lo es, lo es porque quiere serlo, porque se está descubriendo a sí mismo y, ESO, no es tan corriente.

Para qué contextualizar a este hombre... acaso sus pensamientos van a entenderse mejor sabiendo su origen, su raza, su lengua materna... incluso el color de su piel... por desgracia, sí. Cada una de esas cosillas nos da un poco de lo que somos, nos condiciona pero no determina. Nos aportan una herencia que a veces pesa como un losa. Sin embargo... sería demasiado simple dar todos esos detalles de golpe.

Él se siente estraño hoy. Debe llegar al pavellón universitario. Allí le espera una interesante clase de astronomía. Siempre le han gustado las estrellas... esas estrañas luces que los observaban desde el firmamento.

Se había tumbado durante horas en la azotea de su edificio... observandolas a ellas como ellas a este mundo. Se había preguntado incontables veces como sería la historia que ellas contaría. Ellas que habían visto a los hombre desde que aparecieron en esas áridas tierras... cómo habían luchado contra la sequía, cultivando una tierra que no quería darles frutos y... venciendo esasa adversidades... construir ciudades cada vez más grandes... producir más, consumir más, hasta... consumirse a ellos mismos...

-Pero hombre, ¿en qué mundo andas?- Uno de sus compañeros le devuelve con estas palabras al mundo real. Las acompaña con un sonoro golpe en el hombro- Casi te saltas la entrada al pavellón.

-Ejm.. sí, nada que hoy no se donde tengo la cabeza-¿por qué no se sentía capaz de compartir esos pensamientos, esas ideas con nadie?- Pero vamos, vamos que creo q llegamos tarde.

-El chico de las prisas... halara, halara...

Entran corriendo en el aula magna donde se imparten las lecciones.

miércoles, 7 de mayo de 2008

La naturaleza es más fuerte

Sus manos temblorosas aferran los barrotes de la ventana, mientras mira hacia el exterior. Se siente furioso, lleno de ira... Sabe que no hay más culpable que él mismo. El rugir se su alma intenta rivalizar con la voz profunda de la tormenta. Pero la naturaleza es más fuerte. Ella, dulce madre incluso cunado nos grita, le arrulla con el repiqueteo de las gotas y el granizo.

El agua relaja sus manos, que se han vuelto blancas de la presión. Los nudillos se destensan con cada gota... pero no así su ánimo. No puede más, tiene que chillar, tiene que gritarle al mundo todo aquello que no quiere escuchar.

Se odia por lo que le sucede, o quizá le sucede porque se odia... hace tanto que empezó que ni siquiera lo recuerda. Pero acudiendo a conocidas citas "no todo está perdido". Si siente esta furia es que aún está vivo... y eso debería ser suficiente para intentarlo.

Poco a poco su furia pasa del odio a la determinación. Mientras la tormenta grita en su nombre, él deja que a la vez limpie su alma. No podrá alejar a los fantasmas, pero quizá le ha dado la primera arma para la larga batalla que le espera.


lunes, 5 de mayo de 2008

Otro baile de Cenicienta

Son las 3 de la mañana y ando yo despierta intentando decidir si ha sido o no una buena idea esto de seguir al instinto. Un golpe de aire, un momento de lucidez... una idea feliz?? No se como se les llama a este tipo de cosas pero... ¿qué más da? Aquí estoy, rodando en la penumbra del asiento 39 de este incómodo autobús.

Contradigo a lo que nos recomendaba el poeta, y lo que nos cantaba el inigualable Serrat "y al volver al vista atrás, se ve la senda que nunca se debe volver a pisar". Me dirijo a trompicones hacia mi ciudad natal. Vuelvo con la vista puesta en el mar y la sonrisa pintada en la cara. Me espera lo mejor de mi vida, mi familia... pero también me he citado con viejos atardeceres, de aquellos que al salir la luna, no tienes claro si te ha pillado infraganti.

Y cual Cenicienta, pero de las modernas, me monto un baile del que debo huir antes de media noche. Quedo con el que fue mi príncipe azul y me doy cuenta, con el paso de los minutos, que todo mi miedo era infundado. Este baile tiene nuevas reglas, yo hace tiempo que le cambié por mi flamante caballero de blanca armadura y él... él parece que entendió que si ya tenía una princesa rosa no debía jugar a ser el príncipe azul de nadie más. O quizá la que cambié fui yo, y me deje de historias.

¡Cuán injusta soy con este galán! él siempre tuvo la frente muy alta y las cosas muy claras. Siempre anunció las reglas del juego antes del inicio de la partida y, hasta durante la misma, me paró para preguntarme si lo tenía claro, para bien y para mal.

Así que las horas recorren el reloj y nosotros bailamos con una sonrisa en los labios, conscientes de que hemos perdido algo de lo que tuvimos, pero que no todo has sido lapidado por nuestra conciencia ni por nuestra rutina. En ésta, mi versión del cuento, el antiguo príncipe me lleva de vuelta a la estación de autobuses. Mi carroza, que esta vez no ha salido de una calabaza, aun no me espera, pero al príncipe le reclama su princesa, y no hay motivo para hacerla esperar, ya hemos arreglado la parte del mundo que queríamos arreglar.

Así que al final ni la luna, ni las campanadas, ni mi hada madrina nos han pillado a traspiés. Muy al contrario, sonríen al ver que todo ha quedado como debía o incluso mejor. “Escribe ese mail del que hablas, y prometo no decir que es blablabla” quizá suene extraño, pero es el mejor beso de buenas noches que este príncipe me podía dar.

Al otro lado del bosque… a lo que parece una eternidad, me espera mi caballero de blanca armadura, el hombre para el cual, por fin, soy una princesa.

martes, 29 de abril de 2008

Dentro de unos años....

Él y ella cierran con apuro la puerta de la habitación ¡Por fin! Han conseguido quedarse solos en la casa, han conseguido aquello con lo que llevaban tanto tiempo soñando. Todo ha sido muy bonito, muy romántico. Había velitas en la mesa, fresas para los postres y música de ambiente.

Ahora las cosas se suceden más deprisa. Las ganas de probar el ansiado fruto de la pasión los hace besarse con avaricia. Suspiran el uno por el otro mientras ven realizadas sus fantasías.

Se quitan la ropa, ella empieza observándole y, poco a poco, caricia a caricia, le excita; Él... Él se siente inusitadamente nervioso, no está concentrado en ella, él acaba rompiendo el misticismo del instante. Está completa y absolutamente bloqueado. La separa un poco de su cuerpo y mira. Por alguna razón no lo hace con los ojos que ella espera, le falta un punto de morbo que se ve sustituido por puro desasosiego. Todo el trabajo que ella ha hecho para alzar la montaña de su entrepierna ha sido en vano, ya no sirve de nada.

“¿Qué sucede cariño?” Pregunta ella con dulzura, “si no estás preparado no te preocupes, no pasa nada” Y él, con la voz tomada por la tensión le contesta: “No es eso, es que no encuentro las teclas” “¿¿¿¿¿Las teclas?????””Sí, yo en el 7 sims soy un crack, con la x y el cuadradito las pongo a todas como locas. Estoy seguro de que te encantaría, pero claro, sin ellas... ¿Cómo te...?”

Parece y es (eso espero al menos) una situación totalmente absurda, pero sumergios por un momento en la cabeza de ese mocoso: Sus escarceos con el sexo se limitan a visitar páginas porno solo o en compañía de otros tan ilustrados como él. En éstas todo funciona a golpe de mouse, clik aquí para ver como gime, clik allí para... Algunos iniciados habrán jugado también a este tipo de simuladores y para ellos eso será lo más real que han experimentado, no me extrañaría que alguno acabara intentando darle a la x para acariciar un monte de Venus.

¡Aprendamos con cabeza! Vivamos las experiencias, por una vez es mucho más divertido realizar la práctica con tu pareja sin ningún tipo de simulación previa, sin ningún previo que hayas mirado.

Como Post Scriptum sólo acallar las voces críticas que susurran en mi oído “¿Qué pasa que vosotras no habéis jugado nunca a un juego de éstos? Pues ya está la situación podría ser igual al revés” Pues no, no sería igual, no porque nosotras no juguemos sino porque los nuestros... ¡Funcionan con jostic!

El taciturno chico de la estación

Era un dia tan normal como otro cualquiera... el sol salia por el este y intentaba cruzar el cielo lo mas rapido posible, huyendo de si mismo y de su calor, sin embargo no lo conseguia... largos dias de verano.

Bajo ese sol andaba yo, mudo observador del mundo o simple peaton -segun como se mire-. Suelo, en mi caminar errante, cruzarme con muchas caras, algunas empiezan a ser conocidas, algunas nuevas, pero todas anonimas, con vidas que como mucho puedo imaginar. Habia por eso una figura remarcable ese dia, una que se afanaba de un lado a otro, cual hormiguita trabajadora. Alta, por encima de la media, sobresalia de entre la multitud, pero no era por la altura, era una sonrisa estupida que se dibujaba en su rostro lo que le hacia especial. Nada particular, nada que un transeunte circunstancial pudiera descubrir, pero una clara marca de felicidad para un observador experto.

Se dirigia presurosos, para variar llegaba tarde, a la estacion del metro. Su caminar, algo desgarbado, se hacia aun mas irregular si cabe debido al monton de papeles acumulados en su carpeta, en lo que parecia una masa sin ningun tipo de orden ni concierto. No era la primera vez que me lo cruzaba, asi que ya habia intentado vislumbrar su vida con anterioridad... pero hoy... parecia sumamente mas interesante... como tampoco tenia una direccion fija.. decidi mutar mi recorrido hacia la estacion... ciertamente tiene una pasteleria estupenda.. pq no aprovecharla.

Mi sujeto, por llamar de forma cariñosa al muchacho que seguia, estaba completamente ensimismado... tenia claro a donde se dirigia y probablemente perdia el tren... pero esos movimientos eran meramente automaticos, sus ojos delataban q su mente y practicamente todo su ser, a excepcion de esas carga fisica q son huesos y musculo, estaba flotando en un mundo paralelo y, bajo mi humilde impresion, sumamente mejor.

Segui sus pasos intentando descubrir por qué esa felicidad. A pesar de que fue mi primera idea, una mermelada extremadamente deliciosa en el desayuno no me parecia suficiente razon. Me imagine siendo ese joven. Aunque los jovenes de hoy no lo crean, la mayoria de los viejos tuvimos nuestra infancia y adolescencia... quiza fuera diferente, pero no por ello dejamos de entender lo que se siente.

La razon mas facil suele ser la mas segura asi q decidi que era amor lo que le tenia tan risueño.

Pero aun quedaban por lo menos 100m hasta la estacion asi que tenia tiempo de imaginar mas sobre el. Un amor... reciente, eso seguro. Una mujer- si, en eso soy un viejo y de momento no imagino nada mas que lo que yo vivi- que le ha sorprendido, le ha sacado del error en el que vivia creyendose raro o diferente. Una mujer que le gusta y no sabe por que, le hace sentir bien y que... le corresponde en ese cariño. Piensa en ella y todo el se alegra se ...

Un momento, q sucede ahora?? mm me ha adelantado demasiado para que vea con calridad pero... ha encontrado algo en su bolsillo cuando buscaba el billete... que es? parece un pequeño monigote de papel...

Uhy... es de ella... sin duda... pero... sus ojos se han nublado por un tono melancolico, no se ha apagado su alegria pero... se lo regalo ella? No, parece que no era consciente de que estaba alli... lo dejo ella en su bolsillo... pero ... por que? por que ese pequeño pedazo de papel con lo que parece la forma de dos figuras mirandose es tan importante para el? y sobretodo.. a que viene esa melancolia... acaso duda? le trae esa figura recuerdos de alguien anterior... no... creo q es algo mas... actual. Quiza ella no esta lo suficientemente cerca, quiza el quiere mostrarle aun parte de su mundo y ella no puede verlo... Pero sigue con esas sonrisa... le da igual... sabe que superara ese pequeño escollo que le ha nublado la vista.

Esta historia promete pero... que lastima... su tren se oye chirriar en el anden 6 y... la pasteleria atrae a este viejo de forma intolerable con su olor a bolleria recien cocida o concinada o aunq sea recalentada... mmm Quiza vuelva a encontrarme a ese mocito que acaba de subir de tres en tres las escaleras, quiza vuelva a alegrarme el dia con esa mirada perdida, quiza le vuelva a analizar, quiza pueda imaginar de nuevo que significa para el ese monigote de papel que asia con fuerza en la mano... quiza incluso un dia... le vea besando a la mujer que le alegra el alma.

Bienvenidos

Con esta entrada inauguro un blog que, a pesar de ser público,no creo que nadie llegue a leer nunca.
Siempre he sido un tanto esclava de la página en blanco, en cuanto he tenido oportunidad he dejado que mi pluma garabateara palabras sobre cualquier tipo de papel. Quizá por eso he elegido que mi blog sea completamente negro.

Pensamientos, sueños, pesadillas, realidades y ficciones han llenado siempre mi carpeta, mi bolso y hasta mis estanterias... así que quizá ha llegado la hora de que llenen también el maravilloso mundo de Internet.

No se la continuidad que tendré, ni si serán mis sueños o mis aspiraciones los que plasmaré en este blog,pero...¿por qué no? Publicaré viejos relatos e intentré recuperar las ganas de escribir que el día a día me ha robado... Alea ejacta Est!!