sábado, 24 de mayo de 2008

Lágrimas en la lluvia

¿A qué saben las lágrimas que no sabemos porque nos acechan? ¿A qué saben las gotas de dolor que se nos escapan de los ojos sin apenas entenderlas? ¿A saben esos ríos salados que bajan por tu mejilla si no sabemos qué los provocó?

Cuando sin aviso previo, sin sentido y sin control, se nos embriaga la voz, se nos cortan las palabras y brotan incontroladas las lágrimas de nuestros ojos sin motivo alguno, ¿qué podemos hacer?

Una lágrima es algo precioso, puede ser tanto de alegría como de tristeza, puede hacerla caer algo tan simple como una cebolla tierna o algo tan complicado como "aquello que querías que alguien hiciera pero no se lo dijiste y ahora te sientes mal porque no lo haya hecho"

Pero las lágrimas incomprendidas, aquellas que llegan sin previo aviso, sin motivo, sin razón, sin sentido... sin control... ¿Qué hacer con ellas? Intentas buscarles una explicación que no llega. Peor incluso es cuando alguien más quiere saber la razón.... ¿cómo explicar algo que ni tu te explicas?


La mejor opción debe ser dejarlas correr, mi abuelo decía que cuando la esponja que tenemos detrás de los ojos está llena, no hay manera humana de contener el torrente, por mucho que caiga con razón o sin ella.

¿Has llorado alguna vez sin saber porque?

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