
Una lágrima es algo precioso, puede ser tanto de alegría como de tristeza, puede hacerla caer algo tan simple como una cebolla tierna o algo tan complicado como "aquello que querías que alguien hiciera pero no se lo dijiste y ahora te sientes mal porque no lo haya hecho"
Pero las lágrimas incomprendidas, aquellas que llegan sin previo aviso, sin motivo, sin razón, sin sentido... sin control... ¿Qué hacer con ellas? Intentas buscarles una explicación que no llega. Peor incluso es cuando alguien más quiere saber la razón.... ¿cómo explicar algo que ni tu te explicas?
La mejor opción debe ser dejarlas correr, mi abuelo decía que cuando la esponja que tenemos detrás de los ojos está llena, no hay manera humana de contener el torrente, por mucho que caiga con razón o sin ella.
¿Has llorado alguna vez sin saber porque?
No hay comentarios:
Publicar un comentario