martes, 13 de mayo de 2008

NUNCA

-¿Qué es un consejo? Es una frase, incluso quizá tan solo un puñado de palabras clave que esperan ser escuchadas.

-¿Cuándo hay que darlo? Cuando la otra persona necesita escucharlo, lo sepa o no.

-¿Cuándo hay que pedirlo? NUNCA

Hay muchos tipos de personas pero todas, incluso las que presumen de autosuficientes, necesitan de vez en cuando desmentir la última respuesta.

¿Qué sucede en esa cabeza? ¿Por qué NUNCA?

Se acerca rechinando de dientes, dando mil rodeos, con un paso lento -como si una gran carga le hiciera doblar la espalda- y comunica que quizá exista la posibilidad de que necesite un consejo.

La mayoría de la gente, desacostumbrada a que esta subespecie muestre algo que no sea confianza absoluta, ni se da cuenta de la batalla increíble que se ha librado en su conciencia. Ha estado peleando consigo mismo - y bastante duramente por cierto- y que ha perdido. Sólo esas condiciones hacen que se permita el lujo de mostrar esta necesidad.

Lo más cómico de todo es que muchas veces uno se siente peor tras mostrarse así, tras traicionarse a si mismo de esta manera. Suele ser para nada, porque al final la otra persona ha recordado que también tiene problemas y los ha puesto, como está acostumbrada, en primera línea así que... probablemente no sea una mala ayuda, le permite, le obliga a hacer lo que se le da mejor, cuidar de los demás e ignorar sus dudas, alejar de la cabeza el problema inicial.

“Ábrete, cuéntalo, compártelo conmigo” Seguro que es lo más sano pero… ¿se puede aplicar a todos? NUNCA

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